Nuestros ojos no paran de moverse
En lo más profundo de la noche
las pupilas vibran soñadoras
Tiembla mi mirada
sobre tu espalda quieta
cuando duermes
Tal vez sólo arrebatados por el movimiento
continuo
podamos percibir lo que perdura
lo que hubo
lo que habrá
Daniel Bellón (Cádiz, 1963)
De Coltán (Inédito)
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