Pensar en vos, sentirte cerca y saber que estás lejos.
Recordar nuestros momentos de pura alegría. Mi compañera, mi amiga. Mi guía.
El sendero rocoso junto a vos casi ni se sentía. Siempre a tu lado, vos conmigo.
Pasaba el tiempo despacio y muy rápido. Y tan rápido pasó que un día te fuiste, hacen ya uno y dos años.
Ahora te extraño y tropiezo a cada rato. Pienso en vos y me levanto muy despacio.
No quise que te fueras, pero ahí te quiso Él, a su lado. Ahora te quiere al mío, como un guardián dándome cuidado.
Y, sin embargo, te extraño nuevamente en cada paso. Y te pienso y te recuerdo, y en mi corazón nace algo.
Una angustia, un dolor no liberado. Un llanto, reprimido, a un lado dejado.
