Etiquetas

martes, 27 de octubre de 2009

Cruzar

Desde acá, hoy todo se ve distinto.
El cielo está sumergido en una gran nebulosa que pronto me consumirá. A lo lejos, difícilmente se puede distinguir el montículo de rejas que antes daban forma al portal de mi casa. Pero la niebla no me deja seguir viéndolo por mucho tiempo más.
Cerca hay un árbol viejo, bastante destrozado, que está caído. Lo sé porque veo los pedazos de corteza a ambos lados del antiguo refugio. Éste sí que no se salvó. De hecho es casi irreconocible, aunque no para mí, dado que yo mismo lo fabriqué.
Es triste ver como todo se fue consumiendo. De cálidos colores, oscuros son los que rondan ahora. Pero la niebla sigue avanzando y ya no puedo ver a más de metro y medio de mí.
Cierro los ojos porque así lo prefiero. Tanto desastre me hace sentir pequeño, cada vez más pequeño. Es como si, de a poco, estuviera abandonando mi cuerpo...

No hay comentarios: